María y su familia eran miembros de lo que ella considera una iglesia hispana saludable. Pero, llorando en mi oficina de consejería, compartió la historia de abusos que su hija sufrió y la respuesta inimaginable de los líderes de su iglesia.
Maria and her family were members of what she considers a healthy Hispanic church but, as she sobs in my counseling office, she shared her daughter’s story of abuse and the unthinkable response from her church leaders.