COVID-19: ALENTANDO A LOS PASTORES EN MEDIO DE LA PANDEMIA

El siguiente artículo es parte de una recopilación de recursos para considerar sobre las prácticas presentes de su iglesia a la luz la pandemia del COVID-19. Esta recopilación de artículos está diseñada para ayudar a los pastores, líderes de la iglesia y miembros a tomar medida que desarrollan estrategias para el futuro inmediato de su iglesia. La Gran Comisión no se detiene ante una tormenta, un tiroteo o una pandemia. Sin embargo, la metodología de comunicación del evangelio será diferente en cada uno de esos casos y los contextos culturales y regionales juegan un papel en la configuración de los canales a través de los cuales el evangelio fluye más fácilmente. Hay mucho que desempacar aquí.

Con cambios en nuestras circunstancias ocurriendo cada hora, sabemos que los pastores y líderes de la iglesia deberán ser flexibles en la forma en que ministran en las próximas semanas. Nuestro intento con esta colección de artículos no es prescribir un programa o método en particular, sino alentar a los líderes a reevaluar constantemente sus circunstancias a través de un marco teológico saludable a medida que reciben nueva información.

En esta recopilación, encontrará nuestras respuestas a las siguientes preguntas:

Estoy seguro de que este no es el primer artículo que ha leído sobre como el coronavirus afectará el ministerio de su iglesia. Y con certeza tampoco será el último. Entonces, ¿por qué escribir otro artículo más sobre cómo las iglesias y sus líderes deben dirigirse en este momento?

En pocas palabras, queremos animar a los pastores y líderes a que tomen esas decisiones tan difíciles por el bien de la congregación, la ciudad y en última instancia, para la gloria de Dios.

Durante la semana pasada, hemos visto a las iglesias reajustar sus prácticas de adoración, reunión y misión, solo para ajustarlas al siguiente día después del siguiente comunicado de prensa. Mantenerse al día con esa información es desalentador y nos hace sentir que siempre estamos atrasados ​​en como hacer lo que es correcto.

El fin de semana pasado, el panorama cambió una vez más cuando un nuevo experto de la CDC y el presidente Trump instaron a las personas a no reunirse en grupos mayores de 10 y (para aquellos de ustedes en el área de Houston) restricciones impuestas recientemente a las empresas del Condado de Harris. Es prácticamente imposible mantenerse "al corriente" en este momento, y eso requiere que el liderazgo de la iglesia tome decisiones basadas en sus valores cristianos.

Esto debería ser para nosotros una experiencia humillante. Tiempos como este señalan nuestra limitada capacidad. Estamos limitados en nuestro conocimiento; estamos limitados en nuestro juicio, y estamos limitados en nuestro control de circunstancias como estas. Para aquellos de nosotros llamados a dirigir congregaciones, hoy es un tiempo en el que debemos caminar con humildad, incluso cuando tomamos decisiones difíciles que afectan la vida de los demás. Los pastores y los líderes de la iglesia están siendo estrechados en múltiples direcciones por una tensión que parece imposible de resolver. Por un lado, debemos reconocer la gravedad de los consejos que provienen de los líderes de salud y del gobierno que nos instan a cambiar las prácticas sociales para el bien de los ancianos y el alto riesgo a nuestras comunidades. Al mismo tiempo, los pastores saben que nuestras mayor necesidad solo se satisface en el Evangelio y que poseen un llamado solemne a cuidar el rebaño de Dios.

ESTE NO ES EL MOMENTO DE UNA INCORRECTA EXEGESIS.

Durante la última semana, hemos visto muchos comentarios que, francamente, fueron desalentadores. Este no es un tiempo para una incorrecta exégesis, aunque algunos parecen no poder evitarlo. En todo el país, hemos visto esta semana a través de Facebook demasiados habladores apoyando sus decisiones sobre las prácticas de la iglesia con texto fuera de contexto, mientras desprecian aquellos que toman decisiones contrarias. En más de una ocasión, nos entristece decir que lo hacen en un intento de atraer ovejas de otras congregaciones.

Pastores y líderes, debemos tener cuidado en como usamos la palabra de Dios. Con demasiada frecuencia, los versos se ordenan como un simple apoyo a las decisiones que ya hemos tomado en lugar de lo enseña la revelación divina de Dios. La Biblia no es un pequeño tesoro de versos para profundizar a fin de personalizar su propia visión para el ministerio. En momentos de crisis nacional, este enfoque es particularmente incorrecto.

Recordemos que la iglesia es más que un evento del domingo en la mañana. Este evento es importante, pero no es la iglesia. Obedecer Hebreos 10:25 puede obedecerse aparte de nuestras producciones semanales, especialmente por una temporada. Si recuerdo bien, el autor de Hebreos tenía algo que parecía un poco diferente en mente cuando escribió esas palabras.

Si el único medio que tiene su iglesia para proclamar el evangelio es el sermón del pastor los domingos por la mañana, entonces lo estas haciendo mal. Cada sermón que ofrece el pastor debe estar basado en el texto bíblico y centrado en el evangelio, pero la iglesia que se basa únicamente en este tiempo de reunión para proclamar el evangelio a los miembros y al mundo perdido tiene una comprensión muy anémica del evangelio y la misión de la iglesia. ¿No es al menos posible que estemos mejor posicionados para proclamar el evangelio cuando somos la iglesia dispersa en todo lugar que solamente reunida en un solo lugar?

Finalmente, una actitud simplista que descarta el serio peligro hacia los demás, porque "Dios protegerá a los fieles" suena a la herejía del evangelio de la prosperidad. Esta no es la primera pandemia en la historia de la iglesia, hay muchas pruebas que nos demuestran que los cristianos fieles pueden y contraen enfermedades. Promover un mensaje enmascarado de prosperidad a las congregaciones en tiempo como este es algo más cruel de lo normal (Santiago 3:1). No insinúes que los creyentes fieles y verdaderos se congregan en el templo, solo para demostrar una falta de fe en la provisión financiera de Dios para su iglesia producto de la suspensión de los servicios.

ES UN MOMENTO DE PRACTICAR LA HUMILDAD Y LA GRACIA UNO CON OTROS.

En lugar de insinuar que todos los que llegan a una conclusión diferente sobre cómo dirigir la iglesia no amar a Cristo y su evangelio, Debe mejor preocuparse por los perdidos o simplemente doblegarse ante la opinión pública, tal vez podamos extender la gracia unos a otros. Este es el momento para que los pastores y líderes en todas las congregaciones se animen unos a otros, no se lancen flechas de críticas por hacer las cosas diferente (Santiago 4:11).

Debemos tener en cuenta que cada iglesia es una congregación única situada en un contexto único. Una iglesia rural de 60 personas tiene circunstancias muy diferentes a considerar que una de miles en un centro urbano. Las iglesias con una congregación joven pueden ver esta situación de manera diferente que aquellas con una congregación con personas de edad avanzada.

Una multitud de factores envuelven decisiones como suspender el servicio del domingo por la mañana (note que no dije suspender la adoración) o navegar como hacer el evangelismo y la misión de la iglesia en tiempo como este. Además, la lista de circunstancias específicas cambia de una iglesia a otra. Su iglesia puede tener cosas que considerar que no son problemas para mi iglesia. Las decisiones complejas tomadas con información limitada en circunstancias únicas significan probablemente que tomemos fieles pero diferentes respuestas a la pandemia.

Nuestro objetivo es alentar esas buenas prácticas. En la última semana, hemos escuchado todo tipo de historias de iglesias en Houston y Norteamérica tomando en serio la importancia de la adoración y la reunión, el amor por los miembros de sus congregaciones y el amor por su comunidades. Muchas iglesias han suspendido temporalmente la reunión en personas de los servicios semanales, en un esfuerzo de alentar a los miembros de sus congregaciones a reunirse en unidades más pequeñas, como clases de escuela dominical o grupos pequeños. Aunque en estas reuniones pequeñas las personas no están todos en la misma habitación. Las nuevas limitaciones pueden incluso prohibir esto por un tiempo, pero es un gran ejemplo de tomar en serio la congregación de los santos y al mismo tiempo amar a los que están en riesgo. Incluso hemos escuchado historias de iglesias que prestan servicios de "autocine" en donde todos se sientan en sus autos en el estacionamiento y participan en el culto corporativo a través de una estación de radio dedicada.

En las próximas semanas, realmente creemos que el liderazgo de la iglesia será presionado de formas que no podríamos haber imaginado antes de esta pandemia. Los pastores y otros líderes apuntan a un blanco en constante movimiento. Nuestra palabra para ti: anímate. Anímate a tomar decisiones basadas en valores derivados de las Escrituras y tu llamado a cuidar a las ovejas y amar a nuestra comunidad. Anímate a que la creatividad dentro de los límites de la fidelidad sea el curso de acción correcto. Anímate a caminar con humildad en tus interacciones con otros líderes durante este tiempo.