Hoy en día, algunos comunicadores cristianos están haciendo un impacto para la gloria de Dios a través de la radio y la televisión. Sin embargo, no fue así al principio.
Cuando llegó la radio, algunos líderes cristianos comenzaron a usarla para esparcir el evangelio, pero no sabían cómo manejarla efectivamente. Pagaban caro por un horario de baja sintonía y usaban un formato tipo culto. Como resultado, la audiencia que alcanzaban era de creyentes. O sea que gastaban el dinero predicándole lo mismo a los mismos.
Cuando llego la televisión, ocurrió lo mismo. Los comunicadores cristianos gastaron le dinero comprando tiempo de poca audiencia para transmitir un culto que solo creyentes sintonizaban. Pagaron para predicarle lo mismo a los mismos.
Sin embargo, hubo dos puntos positivos: Primero, por la gracia de Dios algunas personas conocieron a Cristo a través de esos programas pioneros. Segundo, algunos de esos comunicadores aprendieron a usar efectivamente la radio y la televisión y hoy alcanzan grandes audiencias.
Ahora tenemos los medios de comunicación social que nos permiten llegar a todo el mundo sin pagar, pero la historia se repite. He visto algunas de estas transmisiones y observo que están transmitiendo el culto.
Pero en vez de dar una buena imagen de la congregación, le muestran al planeta entero cuan desordenado es su servicio y cuan pobre es su predicación. Los niños caminan frente a la cámara, el culto se detiene porque no sabían quién estaba a cargo de la siguiente parte y el mensaje no tiene estructura, ni hace contacto con la realidad.
Por el poder de Dios alguien podría convertirse, pero deberían ser más astutos y tener en cuenta al menos tres puntos:
Aprender a usar esos medios.
No transmitir todo el servicio, nadie va a dedicar media hora a ver algo por el teléfono a menos que sea super interesante.
Recordar que la audiencia es global.
Campo Londoño
History Repeats Itself
Today, some Christian communicators are making an impact for the glory of God through radio and television. However, it was not like that at the beginning.
When the radio arrived, some Christian leaders began to use it to spread the gospel, but they did not know how to handle it effectively. They paid a lot for a low range radio program and used a typical worship-service style format. As a result, the only audience they reached was believers. That is, they spent money preaching to those who had already heard.
When television arrived, the same thing happened. Christian communicators spent money buying time when the tv audience was small and transmitted a service that only believers tuned in to. They paid dearly to preach the same message believers could have heard in church.
However, there were two positive points: First, by the grace of God, some people came to know Christ through those pioneer programs. Second, some of those communicators learned to effectively use radio and television, and today they reach large audiences.
Now, we have social media that allows us to reach the whole world without even paying a dime, but history is again repeating itself. I have seen some of these transmissions. Often, they are transmitting the worship service, but with distractions.
Instead of giving a good image of the congregation, we show the whole planet how messy their service is and how poor our preaching is. Children walk in front of the camera. The service stops because they did not know who was in charge of the next part. The message has no structure, nor does it connect with the real world.
By the power of God, someone could still become a Christian, but we should be more astute and take into account at least three points:
Learn to use technology well.
Don't record the whole service. Nobody will spend half an hour to watch something on the phone unless it is super interesting.
Remember that the audience is global.