Manejando Conflictos en la Iglesia

Una iglesia que tiene conflictos no es lo mismo que una iglesia que vive en conflictos. Las iglesias conflictivas, buscan conflictos para dividirse; ¿Ha oído la historia de la iglesia que se dividió, porque nunca se pusieron de acuerdo sobe que color pintar el salón de clase? La Biblia, sin embargo, describe la naturaleza de la iglesia como un cuerpo con diversidad de miembros (Romanos 12:4-5) así que los conflictos son naturales y yo me atrevo a decir que hasta necesarios para alcanzar la misión y evitar el estancamiento de la iglesia.    

 

Una vez, participe de unas sesiones de resolución de conflicto en una iglesia que llevaba más de 20 años en patrones repetitivos de conflictos.   Con el paso de los años la membresía había cedido el control a un grupo de personas que contrataban Pastores, pero resistían todo intento de cambio.   En esta ocasión estaban nuevamente en uno de esos episodios de conflicto. El nuevo pastor trajo cambios necesarios, pero parte del grupo controlador lo resistía, pero esta vez los miembros del grupo estaban divididos; un grupo con el nuevo pastor y un grupo de igual número en contra del pastor. ¡La iglesia estaba a punto de dividirse!

 

El problema de los conflictos en la iglesia es que, si no se resuelven correctamente, tienden a crear patrones de comportamiento nocivos en la membresía y el liderazgo de la iglesia.   Los conflictos pueden que sean insignificantes o por razones legítimamente importante, pero al final lo que determina el resultado (positivo o negativo) es como el líder o el equipo de liderazgo maneja los conflictos.

 

Cosas que empeoran los conflictos 

Primero, la iglesia es un sistema con una identidad propia, compuesta de personas con experiencias y modelos mentales diferentes. Al intentar manejar los conflictos siempre existe el riesgo de que la solución empeore el conflicto. ¡un cambio, cambia todo! Entender esta dinámica es sumamente importante cuando se busca hacer cambios. Nunca debemos emprender un cambio sin primero discernir como ese cambio afectaría toda la congregación.  

En mi opinión, las congregaciones están compuestas de tres tipos de personas;

1.    Los Lideres Sanos. Son personas con influencia positiva en la iglesia. Entienden que su agenda es servir a Dios, para el bien de demás.

2.    Los Lideres Enfermos. Son personas con influencia negativa en la iglesia. Su agenda es manipular las cosas para el bien personal.

3.    Los Seguidores. Son personas que se dejan influenciar por los demás (positiva o negativamente)

 

Así que antes de hacer cambios considere.

Segundo, cada situación es diferente y requiere una repuesta apropiada a la situación.  Proverbios 26, verso 4 dice; “Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él.”  Pero el verso 5 dice; “Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión” parece una contradicción, pero en realidad no lo es.  Lo que creo que el escritor está diciendo es que la repuesta depende de la situación.

 

Reconocer y saber usar el estilo apropiado de liderazgo para la situación apropiada es lo que se conoce como liderazgo situacional.  Nuestro programa de liderazgo, conocido como Lideres Transformadores enseña a los lideres a identificar y usar los diferentes estilos de liderazgo a la situación apropiada. Para información sobre el programa de Lideres transformadores envíeme un correo electrónico a victor@ubahouston.org


Victor Marte

Managing Conflicts in the Church

A church that has conflicts is not the same as a church that lives in conflict. The conflicting church looks for conflicts to divide. Have you heard the history of the church that was divided, because they never agreed on what color to paint the classroom? The Bible, however, describes the nature of the church as a body with a diversity of members (Romans 12: 4-5), so conflicts are natural and—I dare to say—even necessary to achieve the mission and avoid stagnation of the church.

 

Once, I participated in some conflict resolution sessions in a church that had more than 20 years of repetitive conflict patterns. Over the years, the membership had ceded control to a group of people who hired pastors but resisted any attempt to change. On this occasion they were again in one of those episodes of conflict. The new pastor brought necessary changes but part of the controlling group resisted it. This time the members of the group were divided—a group with the new pastor and a group of equal number against the pastor. The church as a whole was about to divide!

 

The problem of conflicts in the church is that if they're not resolved correctly, they tend to create harmful patterns of behavior in the membership and leadership of the church. Conflicts may be insignificant or for legitimately important reasons. In the end, what determines the outcome (positive or negative) is how the leader or leadership team handles conflicts.

 

Things that make conflicts worse

First, the church is a system with its own identity, composed of people with different experiences and mental models. When trying to handle conflicts, there is always the risk that the solution will worsen the conflict. A change might change everything! Understanding this dynamic is extremely important when looking to make changes. We must never undertake a change without first discerning how that change would affect the entire congregation.

In my opinion, congregations are composed of three types of people:

1. The Healthy Leaders. They are people with positive influence in the church. They understand that their agenda is to serve God, for the good of others.

2. The Sick Leaders. They are people with negative influence in the church. His agenda is to manipulate things for personal good.

3. The Followers. They are people who let themselves be influenced by others (positively or negatively)

 

So before making changes, consider.

 

Second, each situation is different and requires an appropriate response to the situation. Proverbs 26, verse 4 says; "Never answer a fool according to his foolishness, lest you too be like him." But verse 5 says; "He answers the fool as his foolishness deserves, lest he be wise in his own opinion" seems a contradiction, but in reality it is not. What I think the writer is saying is that the answer depends on the situation.

 

Recognizing and knowing how to use the appropriate style of leadership for the appropriate situation is what is known as situational leadership. Our leadership program, known as Lideres Transformadores, teaches leaders to identify and use different leadership styles to the appropriate situation. For information on the Lideres Transformadores program, email me at victor@ubahouston.org